Historia (Nuevo personaje)

[Rinako Inverse]

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Aún no entiendo qué es lo que hago aquí tan tarde... Salí del pueblo porque ese estúpido engendro me causaba náuseas y al parecer iba a significar muchos problemas para mí. Pensándolo bien, podría haber acabado con él usando tan sólo una flecha, pero ahorita no me conviene desperdiciar mi tiempo en estos asquerosos mortales humanos. En fin, me he acostumbrado a vagar por todo Krynn y ahora se me presenta la oportunidad de salir de ese reino de inmundicias para dirigirme hacia uno nuevo en el que percibo unos poderes grandes que están a punto de chocar. No puedo perderme ese acontecimiento y, si va a haber pelea, puede que yo tome parte en ella; después de todo, las peleas son mi vida. 

Las luces de Krynn ya van desapareciendo tras mis espaldas, quiere decir que ya estoy lo suficientemente lejos como para volver por mis pertenencias, de todos modos, mis más valiosas pertenencias siempre me acompañan: mi espada “Starbreeze”, mi arco y mis flechas elfos, la Dragonlance y la daga que acabo de obtener. Seguro que el viejo sabrá algo en cuanto a ella, en mis cualidades está el distinguir armas valiosas, poderosas, mágicas, y especiales, pero necesito que ese mago me diga todo lo que sabe de ella. Es sólo que... ese viejo está tan loco que no sé si me dirá algo bueno... De todos modos, ya estoy muy lejos y regresar para preguntarle sería un gran error. Ya estoy entrando en el nuevo reino... Demonios, nunca creí que en este lugar todo fuera tan grande, se ve que a alguien le ha gustado hacer las cosas “en grande”. Mmmmm... se me está ‘pegando’ esa forma tan absurda de hablar de los humanos, tanto tiempo conviviendo con ellos me !
está afectando, tendré que atenerme a volver a hablar con ellos. De repente oigo que algo se mueve entre los arbustos... 

- ¿Escapando de nuevo, Dama de los Dragones?

- ¿Escapando? ¿Yo? –contesté enojada a la voz que se dirigía a mí, que alguien me dijera eso, era imperdonable...  

- Vamos, ¿vas a negar que escapas de nuevo de tu prometido? –la voz resaltó burlonamente la última palabra.

- ¡Maldita sea! ¡Da la cara quien quiera que seas! –ya me estaba hartando, me llamaban cobarde y ahora me inventaban un prometido.

- ¿No era vuestro prometido? Cyan me tiene mucho que contar... –añadió mientras permanecía oculto entre los arbustos- Pero... dime, querida, ¿tu visión de elfo no te sirve de nada?

Me sorprendió que me dijese eso, pero era la verdad. Todos los elfos, sin excepción, pueden ver en la oscuridad... Bueno, exactamente sólo los elfos pueden observar una cálida aureola rojiza que emanan todos los seres vivos. Rayos, se me está acabando la paciencia... Bueno, ahora veamos quién es el que me está molestando. Observo hacia arriba, hacia las copas de los árboles, pero no puedo distinguir nada... Un momento, ahora veo un contorno rojizo entre esos arbustos de allá...

- ¡¿Anciano?!

- ¡Ah! Veo que al fin pensaste –me dice el mismo personaje mientras sale de entre las hierbas- ¿A dónde os dirigís con tanta prisa? Cyan te extrañará mucho si no vuelves pronto.

- ¡Ya deja de mencionar a Cyan! –este anciano no entiende- Ése humano no es nada mío...

- Pues, él no parece decir eso... –respondió pensativo, luego, reflexionó lo que acababa de decirle- ¿Humano? ¿Desde cuando lo dices de forma tan despectiva? Si no me equivoco, tú también eres un humano.

- Ya dime de una vez qué es lo que quieres, Fizban... –le contesté sin dejar de mirarle fríamente. 

- ¿Fizban? ¿Dónde? –el viejo miró para todos lados sin lograr ver algo.

Se me olvidaba, el anciano rara vez recordaba su nombre, no sólo estaba loco, sino que era idiota.

- Tú eres Fizban, viejo.

- ¿Ah, sí? –preguntó desconcertado- En ese caso, más respeto, jovencita, no me digas “viejo”.

- Bueno, bueno... –este anciano acaba rápido con mi paciencia pero debo abstenerme de decirle algo que lo hiera, su magia es poderosa y yo no sé de encantamientos- ¿Qué os trae por aquí, venerable anciano?

- ¡¿Anciano?! Vaya, esta juventud tan irrespetuosa, pero qué le vamos a hacer... –frunció el ceño y se arregló el sombrero tan ridículo que cargaba- ¿A dónde vas?

- ¡Hum! Me dirijo a Neraka –le respondí al tiempo que empezaba a caminar hacia mi destino.

- ¡Ah, Neraka!... ¿No es ahí donde se encuentra el imponente castillo del Conde Tepes? –me preguntó mi interlocutor mientras me alcanzaba.

Asentí con la cabeza sin voltear a verle.

- Mmmm... entonces, debéis atravesar el Bosque Oscuro, eso es muy peligroso.

- Ya lo sé, pero no me importa...

- ¡Ah, entonces está decidido! –exclamó sonriente.

- ¿Qué está decidido? –me detuve a observar su semblante despreocupado.

- Os acompaño, aunque seas la Dama de los Dragones va a ser peligroso que andes por ahí sola –declaró con firmeza y siguió caminando.

- Oye, un momento, ¿quién te dijo que podías hacerlo? –le alcancé e hice que volteara.

- Aún debes aprender muchas cosas, querida, pero mientras las aprendes, me veo obligado a ir con vos –dijo sin más ni más, deteniéndose para darme unas palmaditas en la mejilla y prosiguiendo su camino.  

Supongo que su ayuda me servirá de mucho, además, así podré aprender algunos hechizos.

- ¡Apresúrate o llegaremos dentro de diez años! –me apremió el anciano.

- Para ese entonces ya estarás muerto –susurré para mí misma, y corrí para alcanzarle.

- ¿Puedo hacerte una pregunta, querida?

- Hazla –le concedí sin mucho ánimo.

- ¿Cómo dices que me llamo?
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Colaboraciones, colaboraciones, colaboraciones... Una vez más se nos une alguien a esta historia sin nombre (¡ea! Hay que decir la verdad) y esta vez es una chica la que nos ‘deleita’ con su narración. Por medio de esta hechicera, la chica hará llegar su parte al foro y contribuirá a hacer más interesante (¿Acaso se puede?) lo que ya llevamos Dark, Alex, Thur y yo. Bienvenida enhorabuena, mi querida amiga, espero que nos cubras (tal como hace Dark) a los demás redactores, que luego se nos presentan muchas cosas y no podemos enviar las partes que nos corresponden a tiempo. ¿Sí? Bueno, es un pequeño favor que te pide esta irresponsable niña... Pero tú me conoces y no tengo mucho que aclararte a ti. Por cierto, ella es mi queridísima prima Hinako y desde hoy es mi nueva asistente (ah, no, eso no). Como sea, Hinako es de plena confianza y, si lo notaron, su estilo es parecido al mío, porque soy yo quien corrige sus escritos antes de mandarlos. 

Cambiando de tema, yo pronto mandaré mi parte y la de Thur, que ya saben que ambos nos consultamos para que las partes concuerden y luego no se haga un revoltijo. Pero no tardo en mandar algo, así que no desesperen y entreténganse con la parte de Hinako, y la de Dark.

Bueno, los dejo porque tienen que leer bastante, esta chica no se mide con su colaboración  y encima de eso ahora me pone a revisar sus próximas apariciones... ¿qué tal, eh? Ahora soy su secretaria, pero mientras me pague... está bien, ¿no? Bien, cuídense mucho y sean tolerantes, que me he enterado que no lo son mucho, ¿verdad, Dark?

Atte.
Rinako Inverse Aino.

Sin frase y desalentada porque tiene que ir a la ¡#%$&! (Méndiga) escuela...



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