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Jueves 25 de noviembre de 1999, número 356 Revista Etcetera

Caricaturas de TV del (medio) siglo
Francisco Báez Rodríguez

Llega el turno de revisar las series animadas (o de caricaturas) de mayor 
popularidad e influencia -normalmente, si no es que totalmente debida a su 
difusión por televisión- en estos 50 años de tv. Cuando es el caso, se 
incluyen las fechas de programación original, pero todas las series pasan y 
pasan y pasan por canales abiertos y restringidos. Prueba de que son 
perdurables.

1. Los Simpson (1990-????)

La vida de una familia nuclear perfectamente normal y perfectamente 
disfuncional ha revolucionado la televisión y los cartones animados durante 
la última década, tanto en estética como en temática.
El personaje más controvertido -y que suele robarse el show- es Homero, el 
padre de familia moral, laboral y emocionalmente inepto. Es "Papá lo sabe 
todo" absolutamente subvertido. Y el producto (que ha desarrollado muchos 
tentáculos comerciales) es una muestra crítica y liberal de cómo han 
cambiado de valores sociales a lo largo de estas últimas cinco décadas. En 
Los Simpson, las debilidades personales y sociales son caricaturizadas, 
pero tienen un fortísimo sustrato de realidad. Pocos son los personajes 
buenos, y en todos hay una semilla de corrupción.
Además de las novedades de trazo (la extraordinaria fealdad de la familia 
ideal), el programa ha introducido novedades como invitar a los famosos. 
Hasta el personaje más menor está muy cuidado. Lo mismo sucede con la 
traducción al español, que no es sólo literal.
El creador de Los Simpson es Matt Groening, que se inició como cartonista 
de periódicos en 1977 con su tira "La vida en el infierno". El piloto de la 
serie apareció en 1987, como parte del Tracy Ullman Show. Los productores 
ejecutivos, junto con Groening, son James L. Brooks y Mike Scully.

2. Los Picapiedra (1960-1966)

Otra historia de familia nuclear, pero sin tantos problemas aparentes, y 
situada en una dorada época prehistórica, donde la organización social era 
la misma del tardocapitalismo estadounidense y en la que existía una 
extraordinaria tecnología basada en la arquitectura en piedra y el 
entrenamiento de animales.
Esta familia nuclear ya mostraba fisuras en la piedra. El mejor ejemplo es 
Pedro Picapiedra (o Fred Flintstone), quien no es tan bruto como su 
descendiente Homero Simpson, pero también peca de insensibilidad y tontería 
y también se ve obligado a darle la razón a su esposa.
Además de dudas históricas, sobre Los Picapiedra (que se iban a llamar 
Flagstones) caen cuestionamientos de otro tipo: ¿qué le pasó al gato Baby 
Puss? Es, junto con Pedro, el único al que la canción original hace 
referencia y aparece sólo en dos capítulos, pero en todas las cortinillas 
de cierre. Una hipótesis es que Dino lo corrió. ¿Cuál es el apellido de 
soltera de Betty? Sabemos que el de Vilma es Traca. ¿Dónde trabaja Pablo 
Mármol? Sin embargo, hemos averiguado que el grito de: "¡Yabadabadú!" fue 
un "préstamo" de un viejo anuncio de Brylcreem.
Los Picapiedra son el cartón más exitoso de los prolíficos cartonistas Bill 
Hannah y Joe Barbera (autores de Huckleberry Hound, El Oso Yogui, Los 
Supersónicos, entre otros).

3. Mazinger Z (1972-1974)

Es la primera serie animada japonesa basada en un manga que tiene éxito 
mundial; es también la pionera en el uso de los Mechas, robots gigantes, 
que fueron la neta infantil durante al menos un cuarto de siglo.
El manga original es de Go Nagai; la serie de televisión es de Toei Doga y 
consta de 92 capítulos de una hora.
Mazinger Z es la historia de un Mecha creado originalmente por el doctor 
Kabuto para hacer frente a los terribles monstruos mecánicos del doctor 
Infierno. Kabuto e Infierno eran dos científicos que hicieron al mismo 
tiempo el descubrimiento del Japanium (raro elemento que se encuentra sólo 
en el monte Fuji) y de la energía fotoatómica, que son los componentes 
principales de sus Mechas.
Infierno manda matar a Kabuto y el nieto del buen doctor, el joven Koji, se 
da a la tarea de aprender a pilotear el robot gigante para combatir el mal. 
Luego aparecen otros dos Mechas: Boss Borot, que es más o menos un 
megarrobot de juguete y Afrodita, que es un Mecha femenino, manejado por 
Sayaka. Afrodita es
extraordinaria: dispara sus armas más poderosas desde los senos.

4. El festival de Porky

Porky fue la primera estrella que tuvo Warner Brothers. Sus caricaturas 
fueron populares desde 1935 y causó furor a partir de 1937, cuando Mel 
Blanc dobló al puerquito. Posteriormente, otros personajes de la WB, 
notablemente menos nobles y más neuróticos, desplazaron a Porky: 
señaladamente, Bugs Bunny y el Pato Lucas.
Sin embargo, desde el principio (incluso antes de la tv), Porky fue la 
cabeza oficial de las caricaturas encadenadas de la Warner. En la tele, El 
festival de Porky (con él mismo, Bugs, Lucas, Silvestre, Piolín, Gallo 
Claudio, Coyote y Correcaminos) ha sido un clásico por décadas.

5. El mundo maravilloso de Disney

Este programa inició en 1958, como continuación del Club de los 
Mousequeteros. Se transmitió por más de dos décadas. Luego de que Campanita 
encendía los fuegos artificiales en el castillo de la Cenicienta (que en 
realidad es uno de los castillos mandados a construir por el demente rey 
Ludwik de Baviera), los niños de muchas generaciones disfrutaron de varias 
de las más de 600 caricaturas que Disney produjo en vida, así como de una 
que otra historia filmada. Se empaparon, así, de una estética y una serie 
de valores que hoy todavía dominan la educación cultural y sentimental del 
mundo.
Actualmente, El mundo maravilloso de Disney sólo se transmite en el Disney 
Channel. En cambio, la empresa produce otros 14 programas infantiles (en la 
tv abierta mexicana están Doug y Sabrina).

6. La Pantera Rosa (1968-1973)

El personaje creado por Friz Freleng y David De Patie es una rara avis (o 
rarus felinus). Nació como cortinilla de la película de Blake Edwards del 
mismo nombre (la "pantera rosa" original era un diamante robado por 
ladrones que perseguía el Inspector Clouseau). Su éxito, perennemente 
ligado a la música de Henry Mancini, fue tal vez mayor que el del filme. De 
inmediato se hicieron caricaturas con la pantera como personaje. Y con la 
primera, Freleng y De Patie obtuvieron el Oscar a cortometraje animado. La 
serie estuvo seis años al aire, y consta, sobre todo, de cartones 
anteriores a su lanzamiento en televisión. El éxito de la pantera (que es 
un macho, pero a quien la voz en off le dice "amiga") se basó en una 
combinación inédita hasta entonces: uso extensivo del arte visual del 
momento (Op Art y Pop Art), utilización reiterada de música poco 
convencional, regreso al surrealismo elegante que iniciara en los años 30 
Félix El Gato y fuera sustituido en las caricaturas por una suerte de 
"surrealismo" de pastelazo, layouts con una suerte de expresionismo 
infantilizado. En fin, un producto típicamente sesentero que, a pesar de 
estar fatalmente fechado (o quizá por eso mismo) tuvo éxito perdurable.
7. Heidi

Esta adaptación japonesa de la novela de Johanna Spryi acerca de las 
vicisitudes y la maduración de Heidi, una niña que crece con su abuelo en 
los Alpes suizos, sienta los fundamentos de las "telenovelas animadas", 
como Candy Candy, De los Apeninos a los Andes y Sailor Moon. Consta de más 
de 300 capítulos, a lo largo de los cuales seguimos a la tierna niña de las 
chapitas. A pesar de su longitud, en México se ha proyectado, con alto 
índice de audiencia, al menos tres veces.

8. He-Man y los amos del universo

La típica serie ochentera, de reminiscencias mágicas y medievales, trata de 
una lucha constante por el poder. No por nada así comienza Tom Wolfe por 
describir a su personaje yuppie en La hoguera de las vanidades. He-Man es 
el joven príncipe del castillo de Greyskull, miedoso en público, que cuando 
empuña la espada mágica se convierte en un superhéroe, en eterna pugna con 
Skeletor. Cuando se vio que era demasiado sexista para la época, apareció 
el equivalente femenino del héroe: She-ra.
Lo extraordinario de la serie no es la trama sino el cuidado de los 
dibujos, la ambientación extraña y un poco barroca, la utilización de una 
cierta lógica medieval. A pesar de la enorme popularidad de que gozó, el 
tiempo ha sido cruel con He-Man y casi no se le encuentra en canales de tv 
restringida.

9. Dragonball (1995-1999)

Es, sin duda, el manga más popular del siglo y las series de televisión que 
de él derivan constan, ni más ni menos, que de 500 episodios.
Trata del largo aprendizaje de Gokú, en una fábula contra el uso de la 
violencia como método para acabar con el mal, que tiene distintas 
encarnaciones. Contradictoria, aunque tal vez necesariamente para una 
historia no tan fácil de comprender, la serie tiene muchas escenas violentas.
El primer manga de Akira Tokiyama es Dragonball, cuando el niño Gokú debe 
buscar las siete bolas que convocan a un dragón que cumple un gran deseo. 
El segundo -y que constituye la parte medular de la serie- es Dragonball Z, 
un anime dirigido no a los niños sino a adolescentes, es la historia del 
joven Gokú y sus combates contra el mal. El tercero, aun no visto en 
México, es Dragonball GT.

10. Don Gato y su pandilla (1961-1962)

Es el extraño caso de una serie que tuvo un comportamiento discreto en EU y 
fue arrolladora en México. Las aventuras de Top Cat, de Hannah-Barbera, 
duraron sólo un año en el horario estelar de las cadenas estadounidenses, y 
la serie consta de apenas 30 capítulos, pero en México se convirtieron en 
un clásico repetible y repetible.
Tal vez la clave esté en que la moral políticamente correcta de Estados 
Unidos desechó rápidamente a unos gatos de callejón con alma de vagos y 
espíritu transa, mientras que la identificación barriobajera en México hizo 
de Don Gato y su pandilla personajes refrescantes en medio de la moralina 
sensiblera que ha bañado por décadas la tele nacional.
Otra característica -común a casi toda la lista de las 10- es el magnífico 
doblaje (que incluye una traducción mexicana, no "neutra"). Las voces de 
Don Gato, de Cucho el yucateco, Panza el tepiteño, Demóstenes el tartamudo, 
Benito Bodoque el niñato, Espanto y del oficial Matute son absolutamente 
recordables.


Francisco Báez Rodríguez es subdirector general del periódico La Crónica de Hoy
Correo electrónico: fbaez at cronica.com.mx

Victor Manuel Martinez Mtz. (Moderador Foro Animexico)
Investigación Comunicación e Informatica para el Desarrollo A.C.

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